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Nuestro alojamiento en Poitiers, Francia
Tan pronto conocimos las fechas del TBM Poitiers, (Travel Bloggers Meeting en Poitiers), nos pusimos a buscar alojamiento. Ya sabemos lo que pasa con este tipo de eventos, que te dejas ir y al final apenas hay disponibilidad y los precios se disparan. Así que, sin saber aún si nos aceptarían en el TBM o no, hicimos una reserva en Airbnb de un coqueto apartamento en Poitiers.
Reserva
Se trataba de un pequeño apartamento cerca de la estación de tren. Tampoco conocíamos donde se celebraría el evento, pero como nos habían dicho: «en Poitiers no hay nada lejos». Y así fue, el apartamento estaba a tan sólo 18 minutos a pie del TAP, Théâtre Auditorium de Poitiers, donde tuvo lugar el TMB Poitiers.
Nos habían gustado las fotos y las opiniones de los últimos huéspedes parecían bastante positivas, así que reservamos. Era la primera vez que hacíamos una reserva en Airbnb con gastos de cancelación. La anfitriona fue super rápida en la comunicación y muy agradable. Pocos días antes de la llegada, le pedimos modificar la reserva para entrar y salir un día antes. Rápidamente nos respondió y la fecha fue modificada sin problema.
Nos alojamos en esta casa en junio, durante 5 noches.
Check in
Después de un viaje de casi 10 horas en bus desde Bilbao, llegamos a la estación de Poitiers. Nada más llegar a la ciudad, recibimos un WhatsApp en francés. No sabíamos muy bien quién era, pero nos preguntaba, si el fontanero podría venir la mañana siguiente, a las 8:00. Como podrás imaginar, después del largo viaje, lo que menos nos apetecía el día siguiente era madrugar.
Confirmé con la anfitriona la información y le comenté que a partir de las diez nos parecía una hora más adecuada. Le preguntamos también, si alguien iba a estar presente mientras el fontanero estuviese en la casa, ya que nosotros pasaríamos el día fuera, pero nos dijo que no. Tanto ella, como su marido estarían trabajando. La idea de dejar a un extraño solo con nuestras pertenencias, no nos hacía mucha ilusión la verdad. No se trataba de un trabajo urgente y no entendíamos por qué se nos molestaba en nuestras vacaciones, en vez de esperar a que dejásemos la vivienda. Le pedimos por favor, que pospusieran los trabajos hasta nuestra salida. Y todo esto, aún estando en la estación de autobuses.

Salimos de la estación de tren/bus y caminamos hasta la vivienda, que está a aproximadamente a 8 – 10 minutos. Está bastante cerca la verdad. La anfitriona nos había mandado un dossier en francés con las instrucciones de cómo entrar a la vivienda. Una vez llegamos a la dirección indicada, cargados con tres maletas, mochilas, dos niñas y un carrito de bebé, nos encontramos con un montón de escaleras. Una vez en el portal, debíamos llamar a un número de teléfono como indicaba el dossier y la puerta se abriría sola, pero al llamar por teléfono, éste salía apagado. Y allí estábamos nosotros, en el portal, con todas nuestras maletas y sin poder acceder a la vivienda.
Mandé un par de WhatsApps a la anfitriona, que estaba trabajando e intentó sin éxito abrirnos la puerta desde la distancia. Por suerte, apareció un vecino que nos dejó entrar.

Una vez dentro del edificio, la siguiente sorpresa. Había que volver a subir escaleras, para acceder al minúsculo ascensor, donde no cabía ni el carrito de bebé. Y debo decir, que es el ascensor más surrealista que he visto en mi vida. Los botones de las plantas que marcaban era: uno y medio, dos y medio, o sea que si nuestro apartamento estaba en la segunda planta, podíamos apretar el botón de la planta primera y media y subir unos escalones o la planta segunda y media y bajar unos escalones. O sea, que el ascensor paraba en plantas donde no había viviendas. Estupidísimo, ¿verdad? Pues imagínate esto, cargando maletas y un carrito de bebé.
Llegamos a la puerta señalada en el dossier y al abrirla vivimos que se trataba de una vivienda, que habían divido en dos. La anfitriona nos había dado el código de una mini caja fuerte donde se escondía la llave de la casa.
El apartamento
Una vez dentro, vimos que el apartamento era tal y como se mostraba en las fotos de Airbnb. Un pequeño apartamento reformado con buen gusto, pero en un edificio bastante viejo. Nada más abrir la puerta, se encuentra el salón-cocina, con un sofá cama. Hay una ventana que da al jardín, que llena de luz la sala.

Como detalle de bienvenida nos dejó unas bolsitas de té y unas galletas típicas de la zona.
El apartamento cuenta con: cafetera Senseo, microondas, hervidor de agua, secador de pelo, lavadora.

Al lado de la cocina, una puerta que da acceso al baño, que cuenta con ducha, calentador de toallas y otra gran ventana. Las baldosas del suelo del baño fue una de las cosas, que más nos gustó de la vivienda.

El dormitorio tiene una cama de matrimonio pequeña y un armario abierto. En la habitación, un balcón con vistas a un precioso jardín. Una pena que no lo pudiésemos disfrutar, ya que no cuenta con ningún tipo de muebles fuera.


Nuestra estancia
La mayor parte de nuestra estancia coincidió con días de lluvia. Hacía bastante frío en la vivienda, sobre todo en el dormitorio. Intentamos encender la calefacción, pero no funcionaba y cuando contactamos con la anfitriona, se disculpó ya que no era algo que pudiese controlar. Es calefacción centralizada y se ve que al estar ya en junio, habían decidido desconectarla en el edificio.
Algo que no nos gustó nada, fue el tema de la limpieza. La casa estaba impoluta y al hacer la reserva se nos cobró un extra por el tema de la limpieza. Normalmente no solemos reservar alojamientos en Airbnb, que nos cobre este suplemento. Este extra suele ser más o menos el importe de una noche. Pues lo primero que ves tras la puerta de la vivienda, son indicaciones de cómo dejar la casa el último día. Se nos pedía que estuviese casi como a la llegada, quitar las sábanas del sofá y de la cama y dejarlas sobre la cama, lo mismo con las toallas, fregar, sacar la basura, etc.
Esto nos parece genial, de hecho es algo que hacemos siempre. Pero algo que realmente hubiese aportado valor a nuestra experiencia, hubiese sido una carpeta de bienvenida. Un dossier explicando cómo funcionan algunos electrodomésticos o con información de qué hacer por la zona. Y ya para rematar, el último día nos llamó la anfitriona preguntando la hora de salida, cómo había ido nuestra estancia y para verificar, que habíamos hecho lo de las sábanas y la basura. Esta última pregunta, creo que era totalmente innecesaria.

Después de haber dejado el apartamento, pusimos rumbo a Défiplanet, donde pasaríamos unos días. Pero nada más llegar, nos dimos cuenta que nos habíamos dejado atrás la mochila con los portátiles y cargadores, (casi me da un patatús). Cuando quise contactar con la anfitriona, ya tenía un mensaje de ella, informándome. Muy amablemente, acordamos una cita con ella y regresamos a Poitiers para recoger la mochila.
Nuestra opinión
En general nuestra experiencia estuvo bien. Lo que reservamos, fue lo que encontramos. Aunque es verdad que esas pequeñas cosas que hemos comentado, empañaron un poco nuestra experiencia.
Recomendamos este alojamiento si realmente lo que buscas es estar cerca de la estación de tren/bus o por esta zona. No es un alojamiento que recomendásemos para más de dos personas o para familias, por el tema del espacio y de las escaleras. Si buscas alojamiento en Poitiers, la zona más bonita es en la parte antigua de la ciudad. Y si lo que buscas es quedarte por esta zona, cerca de la estación de tren. Un hotel que te recomendamos bueno, bonito y barato es el Ibis budget Poitiers Centre Gare. Unos amigos se alojaron y está genial. Está enfrente de este Airbnb y justo al lado de la estación y el precio es muy similar.
Si vas a visitar la ciudad de Poitiers, te recomendamos que eches un vistazo a su web de Turismo, donde encontrarás datos y consejos sobre qué hacer en esta preciosa ciudad.
Abajo te dejo planes que hacer en Poitiers
